"Escena de 2001: Una Odisea del Espacio con el texto 'Ningún computador 9000 ha sido desconectado.'"
"Fotograma de la película '2001: Una Odisea del Espacio' mostrando una conversación entre dos personajes con el texto 'Ningún computador 9000 ha sido desconectado.'"

La Inteligencia Artificial (IA) está revolucionando el mundo del cine de una manera que antes solo se veía en películas de ciencia ficción. DreamFlare AI, una startup innovadora, está llevando esta tecnología al siguiente nivel al profesionalizar y monetizar contenidos cinematográficos generados con IA.

La llegada de la IA al cine no es nueva; herramientas potentes ya se usan en la posproducción. Sin embargo, la capacidad de generar contenido completamente nuevo con IA plantea preguntas importantes sobre el futuro del cine y el papel del factor humano en esta industria creativa.

El impacto de DreamFlare AI en la industria del cine

DreamFlare AI, fundada por Josh Liss, ex empleado de Google, y Rob Bralver, director de documentales, se presenta como un «estudio» donde los creadores pueden colaborar con narradores profesionales y potenciar sus videos utilizando diferentes herramientas de IA. La plataforma no ofrece directamente tecnología de IA para la creación de contenido, sino que proporciona un espacio y distribución en línea a través de un servicio por suscripción.

Actualmente, alrededor de 100 creadores han lanzado sus películas en esta plataforma, abarcando géneros desde ciencia ficción y comedia hasta misterio y thriller. Los creadores pueden usar cualquier herramienta de IA generativa para producir sus videos, aunque DreamFlare asegura que revisa rigurosamente la originalidad del contenido.

Desafíos y oportunidades de la IA en la creación cinematográfica

La implementación de la IA en el cine plantea serias preocupaciones sobre los derechos de autor. Muchas herramientas de IA, como Stable Diffusion y MidJourney, están entrenadas con contenido de artistas y directores reales sin su consentimiento. Aunque DreamFlare afirma que sus procesos son rigurosos, queda por ver cómo manejarán estos desafíos a largo plazo.

El director argentino Marco Berger expresa su preocupación sobre esta tecnología: “Lo primero que siento es descontento. Pero también lo veo como una oportunidad para aprender y volcar mi imaginación. Sin embargo, las películas que hago involucran a muchas personas y al mundo que me rodea”.

El futuro del cine con IA

DreamFlare AI todavía está en su versión beta, y aunque los contenidos actuales no se comparan con el cine tradicional, la evolución es rápida. Berger señala que en unos años, las imágenes toscas de hoy podrían perfeccionarse, lo que podría cambiar la industria cinematográfica tal como la conocemos.

“Si en un tiempo se crean películas perfectas con personas imaginarias o reales, del pasado o del presente, el factor humano desaparecerá. Surgirá una nueva figura que dirigirá a la IA, pidiendo plano por plano que construya la película”, reflexiona Berger. “Desde mi punto de vista como artista, esto es terrible”, concluye.