El rápido avance de la inteligencia artificial ha impulsado a muchos países a considerar marcos regulatorios para gestionar su desarrollo y aplicación. En Argentina, las empresas de la economía del conocimiento están proponiendo un nuevo marco regulatorio que evite las restricciones excesivas y la burocracia, con el objetivo de atraer inversiones y posicionar al país como un hub tecnológico.
La próxima semana, la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Cámara de Diputados comenzará a debatir varios proyectos de ley para regular la inteligencia artificial (IA). Aunque no está claro qué iniciativa prosperará, desde el entorno del Presidente y el sector empresarial han surgido preocupaciones sobre una posible sobrerregulación que podría frenar el crecimiento de la IA en el país.
Beneficios actuales y potenciales de Argentina para la IA
Argentina presenta características favorables para atraer inversiones en IA, según el Gobierno. El clima templado a frío y la energía abundante y económica son ideales para la instalación de data centers. Además, el discurso proempresa del Presidente y los incentivos fiscales y aduaneros del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) crean un entorno atractivo para las empresas tecnológicas.
Sin embargo, la principal ventaja de Argentina es la ausencia de una regulación estricta de la IA como la que se implementó en Europa. En el viejo continente, las empresas productoras de IA de uso general deben cumplir con una serie de requisitos técnicos y legales que han llevado a algunas compañías, como Meta, a reconsiderar sus operaciones allí.
El peligro de seguir el ejemplo europeo
El marco regulatorio europeo para la IA impone obligaciones rigurosas para los modelos de alto impacto, lo que ha provocado que algunas empresas desinviertan en Europa. «El sistema normativo europeo es muy intervencionista y espanta a las empresas», dijo Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon. En contraste, países como Reino Unido, Estados Unidos y Japón han adoptado enfoques más flexibles que fomentan la innovación.
En Argentina, hay diez iniciativas en la Cámara de Diputados que podrían imponer regulaciones similares a las europeas, lo que, según los expertos, podría obstaculizar el desarrollo de la IA en el país. La Cámara de la Industria Argentina del Software (Cessi) y el diputado Martín Yeza coinciden en que es crucial evitar una regulación excesiva que frene la innovación.
Propuestas para un marco regulatorio adecuado
Yeza ha propuesto un sandbox regulatorio, un entorno de prueba para que las empresas de IA puedan desarrollar y experimentar con nuevas tecnologías antes de lanzarlas al mercado. Esta iniciativa ha sido bien recibida tanto por el sector empresarial como por el Gobierno, que busca adoptar prácticas exitosas de países como Taiwán, conocido por su industria de microchips y avances en IA.
Galeazzi también destacó la importancia de mantener un equilibrio entre el desarrollo y el uso responsable de la IA. «La regulación debe estar en relación con lo que ocurre en otros países y encontrar un balance entre un desarrollo fecundo y un uso responsable de estas tecnologías», afirmó.
El futuro de la IA en Argentina
Para que Argentina se convierta en un referente global en el desarrollo de IA, es fundamental evitar la sobrerregulación que ha afectado a Europa. La implementación de un marco regulatorio flexible y adaptativo permitirá atraer inversiones, fomentar la innovación y posicionar al país como un hub tecnológico.
En conclusión, la inteligencia artificial presenta una oportunidad única para el desarrollo económico y tecnológico de Argentina. Sin embargo, es crucial que los legisladores y el sector empresarial trabajen juntos para crear un entorno regulatorio que fomente la innovación y atraiga inversiones, sin caer en las trampas de una regulación excesiva.